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La importancia de la Guara Roja en la cultura Maya

La Guara Roja o Guacamaya, como se le conoce en el valle de Copán, fue de gran importancia en la Cultura Maya, y es que su hermoso plumaje era objeto de veneración para los antiguos mayas.

Esta hermosa ave no solo representaba a sus dioses, sino que su plumaje representaba al sol y el cielo. Para los mayas el color rojo de su plumaje simbolizaba los rayos del sol, el amarillo el sol como tal y el azul el cielo.

La Guara Roja o Guacamaya ostenta hoy el título de ser el Ave Nacional de Honduras mientras vuela libremente por las ruinas de sus ancestros en Copán.

Escultura de una cabeza de Guacamaya en las Copán Ruinas, Honduras

 

La Guacamaya en la escultura maya

Tal fue el impacto de la Ara Macao para la Cultura Maya que se puede encontrar representada en muchas de las esculturas en Copán Ruinas.

Según registros del Parque Arqueológico de Copán Ruinas, en las profundidades de la Acrópolis, dentro del templo 16, se encuentra un mascarón representando el nombre del fundador de la antigua Copán, K’nichYax Kuk-Mo, lo que significa Primer Quetzal-Guacamayo Resplandeciente.

En todo el sitio arqueológico de Copán Ruinas hay diferentes representaciones de guacamayas; desde el campo de pelota construido por el primer rey hasta el último construido por 18 Conejos, todos fueron decorados y tienen marcadores que representan guacamayas, considerándose que Copán tiene el campo de pelota más bello del Mundo Maya.

Mitología de la Guacamaya en la cultura Maya

Dentro de la cultura maya, la Guacamaya Roja fue considerada la encarnación del fuego del sol desplegándose desde el cielo hasta la Tierra, como los rayos solares.

La relacionaban con el dios Vucub Caquix (‘siete guacamayas’), el cual, según el Popol Vuh, se consideraba a sí mismo más importante que el sol y fue castigado por ello.

Según la tradición, otra de sus deidades, K’nichYax Kuk-Mo (traducido como ‘Guacamaya de fuego del ojo solar’), bajaba tomando la forma de un guacamayo rojo a un templo homónino dedicado a él en la ciudad de Izamal, a quemar las ofrendas de los hombres, cuyo humo se elevaba al cielo simbolizando las súplicas de la gente.

Se le relacionaba entonces con el fuego solar, que representa tanto la energía que permite la vida en la Tierra como aquella que causa la muerte si se presenta en exceso.

Se acudía a esta deidad para buscar el remedio de algún problema, como pestes o sequías, principalmente porque también se consideraba que dicha deidad era la que las originaba.

La Guara Roja o Guacamaya Roja – Ave Nacional de Honduras

Una imagen suya aparece en el Códice Dresde, con cabeza de guacamaya y cuerpo humano, sosteniendo en cada brazo una antorcha, símbolos de sequía y destrucción.

Sin embargo, el fuego también representaba el principio del cambio y el medio de comunicación con los dioses, por lo que la relación del guacamayo con estos elementos no es exclusivamente negativa ni positiva.

Igual de importante fue su vinculación con la temporalidad, lo que implica su relación con el estado del tiempo, las condiciones climáticas y la sucesión del día y la noche, proveniente de su comportamiento rítmico con grandes picos de actividad en la mañana —al salir el sol— y en la tarde —al ponerse—.

Esto era de gran importancia en las civilizaciones antiguas por su dependencia a los factores temporales para asegurar su subsistencia a través de la agricultura.


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