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Kaha-Kamasa: Redescubriendo la historia de La Ciudad Blanca

En los años 1800, siglo XIX (diecinueve), se publicaba una revista llamada DEMOREST’S MONTHLY MAGAZINE, (Revista Mensual Demorest’s, El Progreso del Mundo), un importante artículo que informaba a los lectores de aquella época del hallazgo de una antigua ciudad enterrada en la selva de La Mosquitia, Olancho, Honduras.

No sabemos con certeza si dicho hallazgo era lo que hoy conocemos como KAHA KAMASA o Ciudad Blanca en lengua Pesh, pero la descripción de los vestigios antiguos encontrados revela muchas similitudes con el descubrimiento realizado recientemente.

Se podría decir que estos fueron los primeros pasos concretos de lo que sería el descubrimiento arqueológico mas importante de nuestro siglo y el despertar del interés científico por estas antiguas civilizaciones que forman parte de la historia de la humanidad.

A continuación les mostramos la portada de la revista y la página donde se publicó el artículo con algunas imágenes como referencias para entender el contexto de esa época.

Kaha-Kamasa: Redescubriendo la historia de La Ciudad Blanca

REVISTA MENSUAL DEMOREST
El Progreso del Mundo.
TEMAS ACTUALES, NOTAS Y COMENTARIOS SOBRE EVENTOS DEL DÍA. TEMAS INTERESANTES Y COSAS NOTABLES QUE OCURRIERON DURANTE EL ÚLTIMO MES. HISTORIA CONTEMPORÁNEA DESDE UN PUNTO DE VISTA FAMILIAR.

Una Ciudad Enterrada

Recientemente se descubrió una ciudad enterrada, hasta ahora desconocida para el mundo civilizado, en Olancho, Honduras, y el Sr. A. J. Miller obtuvo del gobierno hondureño el derecho exclusivo de excavación. Las ruinas fueron encontradas en el nuevo departamento de la Mosquitia, a unas doscientas cincuenta millas de la desembocadura del Río Patuca. Pueden ser abordados solo por el río, sin camino o camino que conduzca a ellos por millas.

Los Indios Centroamericanos de esta región son los Pech, pero ninguna de sus tradiciones apunta a la existencia de estas ruinas, que son anteriores a la civilización más antigua. Las ruinas, medio enterradas bajo los escombros de las edades y cubiertas por un gran bosque, tienen aproximadamente dos millas cuadradas de extensión y muestran evidencia de haber sido una ciudad rodeada por un muro. Dentro de la ciudad se descubrió un inmenso taller donde trabajaban antiguas esculturas indias.

Ya se han encontrado muchos diseños hermosos en granito blanco, una piedra que no se encuentra en ningún otro lugar en esta sección inmediata de Honduras. Se encontraron inmensas tabletas de piedra, cuencos en tres patas, bloques tallados de varios tamaños, con un peso de veinticinco a seiscientas libras, urnas y jarrones adornados con curiosos jeroglíficos, de cabezas de serpientes, tortugas, tigres o formas humanas rudas, fueron encontradas entre las reliquias. Excavaciones adicionales sin duda revelarán aún más tesoros raros de gran antigüedad.

Fuente: Kaha Kamasa Foundation

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