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La Boa Rosada de Cayos Cochinos

La Boa Rosada también conocida como Boa Constrictor Imperator es una Especie Endémica de Honduras. Sufre de la depredación por caza furtiva para su venta a coleccionistas y es una especie en peligro de extinción.

Según los científicos se parece más a su homóloga de Roatán, que de la especie que habita en tierra firme. Se cree que su migración ocurrió hace miles de años en una época donde las islas estaban conectadas por tierra.

Es una de las Especies Endémicas de Honduras, familia de la Boa Constrictor que se encuentra al norte de Honduras en Cayos Cochinos.

¿Dónde se encuentra?

La Boa Rosada habita únicamente en las dos islas de Cayos Cochinos conocidas como Cayo Mayor y Cayo Menor. Sus parientes más cercanos viven en tierra firme y en la isla de Roatán; todas estas especies animales guardan mucha similitud genética no obstante no son idénticas. Varios científicos han realizado investigaciones para determinar las características de esta especie única de Honduras.

El Dr. Steve Green, científico y máxima autoridad en la materia analizó genéticamente las boas de Cayos Cochinos, Roatán, Utila y tierra firme; él piensa que hay varias formas como las boas pudieron llegar. Las investigaciones han llegado a proponer que este reptil, que tiene una coloración rosácea como estrategia de camuflaje en la vegetación, pudo haber llegado a bordo de algún tronco de árbol flotando desde tierra firme.

Pero su hipótesis más fuerte es que hace miles de años, cuando las islas estaban conectadas con tierra firme, las boas pudieron viajar libremente por un corredor terrestre que conectaba las Islas de la Bahía con tierra firme. Luego, el agua cubrió dicho corredor dejando a algunas boas aisladas en Cayos Cochinos donde han evolucionado adaptándose a las condiciones que le ofrece el medio natural.

Características

Se diferencia de la Boa constrictor por su tonalidad, sustancialmente más clara: un tono grisáceo rosado por el que recibe su nombre y que se debe a una reducción de la melanina que provoca una tonalidad más ligera. Su cola conserva un distintivo color más oscuro puede variar de naranja a salmón rosado.

Es una especie más pequeña, la hembra llega a medir hasta 1.2 metros y el macho casi un metro.

Reproducción

Las Boa constrictor no ponen huevos: son vivíparas, pariendo de 10 a 64 crías cada vez, generalmente en los meses que van de marzo a agosto. El biólogo Leonel Marineros en su libro «Serpientes de Honduras», cita el testimonio de Adonis Cubas, quien trabajó en la estación científica, que encontró entre marzo y julio boas rosadas recién nacidas refrescándose en riachuelos de ambos Cayos[3]. Quizás la coincidencia se deba a que pertenecen a la misma especie.

En la actualidad hay acuerdo general en que la boa rosada de los Cayos Cochinos forma parte de las Boa constrictor

Investigaciones Científicas

En 1991 Price y Russo sugirieron que las boas de menor tamaño, tanto de Cayos Cochinos como de Islas de la Bahía, podrían ser de una especie diferente a la constrictor. ¿Tenían razón? Es un tema que aún se discute.

James McCranie, autor de la obra más actualizada y completa de serpientes de Honduras, menciona que Boback y Carpenter en 2007 demostraron que las notables diferencias de tamaño y la forma de la cabeza entre las poblaciones de Boa constrictor de los cayos de Belice y las continentales eran una adaptación a las fuentes de alimentos disponibles.

Concluye que, siendo Belice un país cercano, probablemente el mismo factor influya en las boas de Cayos Cochinos[1]. Aunque no hay evidencia, podemos sospechar que también el color tiene como causa a la misma razón.

Montgomery, Boback y colaboradores consideran a la boa rosada una Boa constrictor de la subespecie imperator, pero enana. Cuentan, además, que debido a su color y docilidad, (son mucho menos agresivas que las boas continentales) el brutal tráfico como mascotas las puso al borde de la extinción. Mencionan que a principios de los ’90 Wilson y Cruz Diaz, en un viaje de exploración herpetológica de cinco días, no encontraron un solo ejemplar[2].

La historia cambió con la llegada en 1994 de lo que hoy es la Fundación Cayos Cochinos y la elevación de su estatus como área protegida en 2003 a Monumento Natural Marino del Archipiélago de Cayos Cochinos. Según la misma publicación, en 2015 la población había crecido a cerca de 3,000 boas rosadas, sumados ambos Cayos.

Referencias

[1] McCranie, James R., “The snakes of Honduras”, Society for the study of amphibians and reptiles, 2011, p.63

[2] Montgomery, Chad E., Boback, Scott M. y otros colaboradores, “Cayos Cochinos Boa, Boa constrictor imperator”, Convention on International Trade in Endangered Species of Wild Fauna and Flora (CITES), Tel Aviv, Twenty-eighth meeting of the Animals Committee, Tel Aviv (Israel), 30 August-3 September 2015, AC28 Inf. 7, p.1

[3] Marineros, Leonel, “Guía de las serpientes de Honduras”, Edición de autor auspiciada por la Dirección General de Biodiversidad (DiBio), Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente, SERNA), Tegucigalpa, Honduras, 2000, p.43

Fuente


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