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Louvabagu, El otro lado lejano

Rafael Murillo Selva con la comunidad garífuna de Guadalupe Colón, Honduras, organizó el grupo teatral «Superación» para montar la obra teatral Louvabagu, un verdadero testimonio etnológico e histórico de su cultura, producto de las sucesivas fusiones entre Arahuacos, Caribes y Africanos.

Una explosión de música, color, ritmo, cultura e historia, centrada alrededor de los temas fundamentales de la vida cotidiana del pueblo de Guadalupe, a lo largo de numerosos cuadros surgidos de sus ceremonias, de sus danzas ante una escenografía colorista realizada por los mismos guadalupanos.

Al final la danza guerrera, tosa y espectacular, escata al pueblo garífuna de sus veleidades neocoloniales, un canto de victoria en el que se reafirma su fuerza espiritual y su orgullo racial.

Grupo Superación Garífuna 1980
Grupo Superación Garífuna 1980

La Obra

«Loubavagu», ahora protagonizada por descendientes directos de los protagonista originales, cuenta las peripecias de los garífunas en San Vicente, las acciones de su héroe Satuyé y la posterior expulsión en 1796 hacia Honduras.

En principio el montaje presenta el origen del pueblo garífuna: En 1635 un barco que transportaba esclavos africanos a Brasil naugrafó cerca de las costas de la isla Yurumei (San Vicente). Uno de los sobrevivientes se une a una nativa caribe y tienen tres hijos, entre ellos Satuyé, considerando el primer defensor (héroe) de la dignidad garífuna.

Desde su génesis, este pueblo se resistió a la esclavitud. Es la razón por la cual murió Satuyé y por la que un grupo de sobrevivientes de la guerra salieron deportados, para luego establecerse en las costas de Honduras.

La llegada a la que sería su nueva patria sucedió el 12 de abril de 1797. En Honduras, los garífunas han enfrentado los mismos problemas de sus ancestros: marginación, abuso y hasta la violencia para arrebatarles la tierra.

En su primera etapa (1980-1997) la obra fue presenciada (incluyendo televisión) por aproximadamente un millón de personas.

La Critíca

Loubavagu, tres décadas después de su estreno, sigue vigente. Muchos de los derechos por los cuales han luchado por siglos siguen lejanos, pero, y se refleja en la obra, la alegría nunca les ha sido arrebatada.

Desde sus primeras presentaciones, los críticos catalogaron a esta obra de revolucionaria, término tergiversado y satanizado en la Honduras actual. Pero Loubavagu es la voz de protesta de un pueblo marginado que lucha por el reconocimiento de su raza, costumbres, religión, su identidad.

Una lucha que en pleno siglo XXI se mantiene, pues las estructuras políticas, religiosas y sociales todavía no saldan su deuda con los pueblos «menores», como garífunas, tolupanes, chortís, misquitos, pech, etc.La música sobrevive a todos los tiempos recreados en «Loubavagu».

Biografía de Rafael Murillo Selva Rendón

Pese a toda injusticias sufrida por el garífuna, siempre sobresale su espíritu «festivo» para afrontar la adversidad. Aunque Murillo Selva evita explotar el «folclorismo» garífuna, elemento sí aprovechado por algunos pseudoartistas que pretenden convertirse en defensores y promotores de la cultura garífuna.

«Loubavagu» no sólo lleva a escena etapas históricas del pueblo garífuna, también se sumerge en la crítica interna. Una crítica hacia el garífuna que traiciona al mismo garífuna, una crítica hacia el garífuna que olvida su memoria histórica, que renuncia a sus raíces, a sus costumbres, a sus creencias y aun a su idioma.


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