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Explicación completa del Himno Nacional de Honduras



El Himno Nacional de Honduras, literalmente está compuesto por 7 estrofas y un coro. Cada estrofa está compuesta por 8 versos decasílabos, lo que hace un total de 64 versos y lleva acento métrico en la tercera, sexta y novena sílaba.

Musicalmente se dice que está compuesto por 7 Solos y un coro que se repite al final de cada Solo o estrofa.

A continuación la explicación del Himno Nacional de Honduras

Coro

Imagina a la bandera como un resplandor de cielo, que está cruzado por una franja blanca simbólica de paz, serenidad y pureza, que debe haber y sobresalir en el espíritu de los hondureños. Las cinco estrellas sirven para recordar que los estados centroamericanos hoy desunidos, formaron y han de formar una sola patria, fuerte, rica, y respetada.

El emblema es el escudo con la leyenda: República de Honduras, libre, soberana e independiente, 15 de septiembre de 1821, escrita en el óvalo. El mar embravecido representa los dos océanos que bañan y protegen las costas hondureñas.

El volcán viene a ser el territorio nacional protegido por esos dos mares. Sobre el volcán nace y resplandece el sol, que en tiempos pasados era imagen de adoración para los aborígenes como punto central del Universo. Padre y guia que desprende luz y calor para mantener la vida de los seres y las cosas, ese sol es naciente para indicar que la vida se desarrolla cada día de manera a peregne juventud.

Primera estrofa

Como una india virgen y hermosa personifica a Honduras, virgen porque en su suelo no haba puesto la planta ningún hombre extraño.

Cerrados sus ojos a la luz de la civilización europea, arrullada por el incesante rumor de sus mares y hechada en actitud de largo reposo, con sus riquezas amontonadas alrededor, así estaba la india al hallarla Cristóbal Colón en el año de 1502.

El descubrimiento de tanta belleza natural, acaso inesperada, produjo admiración y embeleso en el espíritu de Colon por lo tanto el basto mar consagro el acto con su oleaje en la playa tal como si fueran besos de amor eterno.

Segunda estrofa

Cristobal Colón había concebido la existencia de otras tierras que ensancharan al mundo hasta entonces conocido por los europeos.

Firme en su concepción y después de marchas fatigosas a través de Portugal y España venciendo muchas dificultades y realizando grandes esfuerzos en varios años pudo preparar la primera expedición y se aventuró a navegar por el océano Atlántico, sin detenerse hasta encontrar la tierra presentida.

En el cuarto y último viaje, Colón descubrió a Honduras, tomando posesión del territorio en nombre de los reyes españoles, Fernando e Isabel el 17 de agosto del mismo año de 1502.

Regresó a España dejando iniciados los dominios de ella en el nuevo territorio que por lo tanto fue llamado Hibueras por eso cuando la india que personificaba a Honduras, despertó y levantó su frente, notó con asombro e inquietud, que flameaba la bandera española como señal de hallazgo de Colón en la tierra que tuvo esa suerte como corazón histórico.

Tercera estrofa

Al hallazgo siguió la ocupación y a ésta el ejercicio del dominio. Para realizar la ocupación vinieron los conquistadores que penetraron al territorio por diversos rumbos. Era natural que los nativos opusieran resistencia valiéndose de todas sus facultades materiales y morales. Llegó el año de 1537.

Todo el país estaba sometido por los conquistadores, había sido vencida la gente de Copantl. Faltaban las tribus aguerridas de Cerquín, que arreglaron sus decidencias y se unieron frente al enemigo común, reuniendo un gran ejército que pusieron bajo el mando de Lempira.

Dispuesto a la defensa de sus lares Lempira estableció su campamento en las alturas de Congolón, Coyucotena y Piedra Parada que corresponde al municipio de Erandique. El gobernador Francisco de Montejo, mandó al capitán Alonso de Cáceres con los individuos disponibles para someter a Lempira.

Este no aceptó la excitativa de sumisión y obediencia que le dirigieron aquellos por medio de unos
comisionados especiales. Irritado Cáceres acudió al medio deshonroso de la traición: uno de los emisarios que mandó con bandera blanca, al estar a corta distancia de Lempira, disparó su arcabuz, hiriendo en la frente al héroe que rodó por la pendiente pedregosa.

Con la muerte de Lempira quedó implantado el dominio en forma de coloniaje, pues amedrentados los indios con la muerte de su jefe, se dieron por vencidos del todo. Y así fue inútil que aquel hombre ejemplar ofrendara su sangre generosa en la defensa por la libertad de su pueblo.

Cuarta estrofa

Tres siglos duró la dominación española. Durante ese tiempo, los nativos servían y obedecían en verdadera esclavitud, a los señores y autoridades coloniales, en nombre del Rey.

Las ansias de libertad hervían en los espíritus oprimidos y las demostraciones por gozar de ese derecho esencial e inherente al hombre para que tenga responsabilidad se perdían en el viento.

Al fin los hijos grandes del pueblo sometido a la servidumbre del colonizaje, oyeron el eco del estruendo que producía el movimiento revolucionario que había más allá del Océano Atlántico.

Quinta estrofa

Era el nacimiento político de Francia en 1789, para establecer como regla de gobierno y de organización social posible, la voluntad del pueblo a base de reconocimiento de los derechos de Libertad, Igualdad y Fraternidad en oposición del absolutismo de los reyes, del clero y de los nobles señores, lo cual era un violento despertar a la nueva vida.

Uno de los campeones de aquel movimiento formidable era Jorge Jacobo Dantón, orador y estadista que pretendiendo moderar la situación creada por el terror de 1793, fue decapitado al año siguiente.

El Rey Luis XVI era débil ante el poderío de sus ministros, de la nobleza y del clero, que se oponían a las reformas políticas y sociales en beneficio para el pueblo.

Por eso y en vista que intentó salir de Francia aquel Rey fue condenado a muerte como reo, de los delitos de conspiración contra la libertad y atentados contra la seguridad del Estado. En ese tiempo se estableció la obligación general de rendir culto a la razón que fue elevada a la categoría de diosa de los franceses.

Sexta estrofa

Así como Francia, nuestra patria sacudió la servidumbre y se presentó ante los países civilizados sin las cadenas que lo ataban y que rompió con la proclamación de la Independencia el 15 de septiembre de 1821, para darse personalidad en el mundo.

Los pliegos que contenían esa proclama llegaron a Tegucigalpa en la tarde del 28 de septiembre siendo celebrado el suceso con jubilo, respeto y adhesión por todos los ciudadanos reunidos en la sala capitular.

Y del suelo bendito de Honduras, aquella tarde inolvidable, tras la cima de aquellos cerros y montañas, coronadas con nubes que se confunden con los bosques rápidamente desapareció la dominación española, a manera de un ave negra y dañina que se perdiese en el horizonte.

Séptima estrofa

Porque Honduras sea siempre y en todas circunstancias libre, soberana e independiente sus hijos le
juramos emplear todos los recursos y fuerzas de que disponemos, unidos esforzados y leales en la idea, el sentimiento y la voluntad y declaremos que luminoso y feliz será el destino si la muerte nos halla con el pensamiento puesto en la Patria demostrando que el amor de ella está por sobre todas las cosas.

Y por la defensa de la Bandera Nacional, que para nosotros es sagrada porque encierra la dignidad
colectiva, y de presentar en todo el momento el triunfo y la grandeza de la paz y la guerra morirán al pie de ella, como leones, a millares, en terrible combate, todos los hondureños que sean necesarios, dejando en los sucesores en la sangre y el espíritu, modelos de honor que sabrán imitar dignamente.

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